Cinco árboles ubicados en un predio privado en la Calle 5 con Carrera 94, Comuna 22, serán reubicados dentro del mismo lote a principios de julio para dar inicio a la construcción de un centro comercial.
Se trata de cuatro samanes y una palma payanesa que, desde hace veinte días, están recibiendo tratamiento técnico en sus ramas y raíces para asegurar que su traslado sea exitoso y puedan seguir viviendo después de la intervención.
Uno de los obreros encargados del traslado explicó que se han inyectado cuatro dosis de fertilizantes en los troncos de cada árbol “para garantizar que las hojas continúen recibiendo los nutrientes necesarios y los árboles se fortalezcan antes de la separación del suelo y posterior reubicación”.
Además de la inyección de fertilizantes, los árboles han sido sometidos a podas de oxigenación y se han realizado excavaciones adecuadas al diámetro de las copas de los árboles, que varían entre 5 y 15 metros de diámetro y 2.5 metros de profundidad.
“Después se forma un bloque de raíces de sostén, primarias y secundarias, que se envuelven en un costal biodegradable y se deja madurar durante un mes para que los nuevos cortes de las raíces cicatricen y se adapten a su nueva dimensión, ya que algunas raíces se extendían por más de treinta metros y se han reducido a la mitad”, explicó el trabajador, quien añadió que entre los cinco árboles suman más de 350 años y pesan casi 500 toneladas.
Los traslados comenzarán el 5 de julio, moviendo los árboles entre 30 y 150 metros. Cuatro de ellos se reubicarán cerca de la ribera del río Meléndez y el restante hacia la Calle Quinta.
Ana Carolina Castro, líder del grupo de Arborización del Dagma, afirmó que los trabajos cuentan con licencia y autorización de la autoridad ambiental. Se tuvo en cuenta el estado fitosanitario de los árboles, la condición de sus raíces y el sitio de relocalización.
“Se trasladarán a muy pocos metros de su ubicación original, por lo que exigimos una reubicación técnica para garantizar el mayor porcentaje de supervivencia de estos árboles en un área espaciosa y sin interferencias. Con las recomendaciones dadas, esperamos que los árboles sigan viviendo muchos años más”, comentó Castro, quien dijo que su despacho sigue de cerca el proceso en el predio cercano al Club Campestre.
La funcionaria añadió que “los árboles no son tan adultos, y esa fue una de las consideraciones al otorgar el permiso de intervención. Si no se garantiza la supervivencia, el representante legal del centro comercial deberá hacer una compensación significativa”.
El primer traslado está programado para el 5 de julio, con movimientos que oscilarán entre 30 y 150 metros, ubicando cuatro árboles cerca del río Meléndez.