La responsabilidad social empresarial (RSE) es un concepto de gestión mediante el cual las empresas integran las preocupaciones sociales y ambientales en sus operaciones comerciales e interacciones con sus partes interesadas. En general, se entiende que la RSE es la forma en que una empresa logra un equilibrio de las exigencias económicas, ambientales y sociales ("Triple Bottom Line" - TBL), al mismo tiempo que aborda las expectativas de los accionistas y las partes interesadas.
Promover la adopción de la RSE entre las PYME requiere enfoques que se ajusten a las necesidades y capacidades respectivas de estas empresas, y no afecten negativamente su viabilidad económica. El enfoque TBL se utiliza como un marco para medir y reportar el desempeño corporativo contra el desempeño económico, social y ambiental. Es una aproximación a alinear a las empresas privadas con el objetivo del desarrollo global sostenible al proporcionarles un conjunto de objetivos de trabajo más completo que solo el beneficio. La perspectiva adoptada es que para que una organización sea sostenible, debe ser financieramente segura, minimizar (o idealmente eliminar) sus impactos ambientales negativos y actuar conforme a las expectativas de la sociedad.
Cuestiones clave de RSE: gestión ambiental, ecoeficiencia, abastecimiento responsable, participación de las partes, estándares laborales y condiciones de trabajo, relaciones con los empleados y la comunidad, equidad social, equilibrio de género, derechos humanos, buen gobierno y medidas anticorrupción.
Un concepto de RSE implementado correctamente puede aportar una variedad de ventajas competitivas, como un mejor acceso a capital y mercados, mayores ventas y ganancias, ahorros de costos operativos, mayor productividad y calidad, base de recursos humanos eficiente, mejor imagen y reputación de la marca, mejor fidelización de clientes, mejor toma de decisiones y procesos de gestión de riesgos.
¿Qué beneficios ofrece la RSE a las empresas?
Tanto las empresas de comercio electrónico como las de ladrillo y cemento se benefician de la implementación de estrategias de RSE. Algunas actividades que se encuentran bajo el umbral de la RSE, con sus beneficios correspondientes incluyen:
- Previene las ramificaciones financieras: el cumplimiento de la ley, tanto a nivel nacional como internacional, a través de procesos de autorregulación evitará multas, pondrá a su negocio abajo en las pantallas de radar de los reguladores y reducirá los gastos legales.
- Aumenta la lealtad de los empleados: tratar a los empleados de manera justa y generosa es parte de la responsabilidad social corporativa. Al proporcionar buenos empleos y alentar altos estándares profesionales y morales, aumenta la lealtad de los empleados.
- Mantiene una reputación positiva: la conciencia demostrada en una variedad de áreas puede obtener publicidad y dar a los negocios una prueba tangible de su conducta, que se puede mostrar con orgullo en el sitio web de una empresa. Estos incluyen:
- Conciencia ambiental: reducir el desperdicio, reciclar, minimizar la huella de carbono y otras mejores prácticas pueden. El uso o la producción de productos sostenibles, la reducción del uso de energía y el apoyo a causas ambientales impulsarán la "reputación ecológica" de una empresa entre los clientes preocupados por el medio ambiente.
- Preocupación social: la donación a causas humanitarias que combaten la pobreza persistente, ayuda a las víctimas de epidemias como el SIDA o el ébola o ayuda a los desplazados por huracanes o terremotos muestra preocupación por los problemas que los consumidores conocen cada vez más en nuestro mundo moderno e interconectado.
- Comunidad local: la participación en proyectos de la comunidad local, ya sea a través de donaciones financieras, la participación de los empleados, la conexión de sus clientes con los líderes del proyecto o la promoción del proyecto a través de la publicidad y la recaudación de fondos mejora sus credenciales de RSE con los clientes en la ubicación dada.
El concepto de responsabilidad social corporativa ahora está firmemente arraigado en la agenda global de negocios. Pero para pasar de la teoría a la acción concreta es necesario superar muchos obstáculos.
Además, es importante tener en cuenta que las actividades externas con la sociedad y otros, aunque puedan ser más visibles, no definen ni establecen que la empresa sea responsable con la sociedad si no ha cumplido la RSE al interior de la compañía. Las 2 razones principales son que este tipo de acciones no aumentan directamente la productividad de la empresa, por lo que no contribuye a largo plazo a su competitividad y sostenibilidad. También que, desde el punto de vista de imagen, los efectos producidos por las acciones externas a la empresa contribuyen muy poco si no están respaldados por las acciones internas. En cierto sentido, no es coherente ni legítimo que la empresa quiera proyectarse como una empresa responsable socialmente, si a lo interno no ha cumplido con las condiciones necesarias.