¿Qué es el acuerdo de Kioto?

Desde hace años, ha crecido la conciencia y sensibilización sobre el impacto medioambiental de las actividades humanas, concretamente en relación con el cambio climático. En este contexto, se creó el Protocolo de Kioto.

Este protocolo representa el esfuerzo colectivo más significativo para llegar a un acuerdo global en la lucha contra el cambio climático. Establece límites cuantificados y obligatorios para la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para los países que lo ratifican, siendo estos jurídicamente vinculantes.

El protocolo compromete a los países industrializados a estabilizar sus emisiones de gases de efecto invernadero, con metas vinculantes de reducción de emisiones para 37 países industrializados y la Unión Europea. Reconociendo que estos países son los principales responsables de los altos niveles de GEI en la atmósfera, el objetivo global del protocolo fue una reducción del 5% para 2012, en comparación con los niveles de 1990. Cubre los seis principales Gases de Efecto Invernadero: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido de nitrógeno (N2O) y tres fluoruros (HFC, PFC, SF6).

El Protocolo de Kioto ha motivado a los gobiernos a establecer leyes y políticas para cumplir sus compromisos, a las empresas a considerar el medio ambiente en sus decisiones de inversión, y ha fomentado la creación del mercado del carbono.

En la 18ª Cumbre de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 18), se ratificó el segundo periodo de vigencia del Protocolo de Kioto, desde el 1 de enero de 2013 hasta el 31 de diciembre de 2020. Este segundo periodo tiene una duración de 8 años, con metas concretas al 2020. Sin embargo, el compromiso de algunos países industrializados, como Estados Unidos, Rusia y Canadá, fue débil, ya que decidieron no respaldar la prórroga.

A pesar de esto, la implementación del Protocolo de Kioto ha logrado una reducción del 22,6% en las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los niveles de 1990 en los 37 países industrializados y la UE, superando el compromiso inicial de una disminución del 5%.