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En la naturaleza, toda actividad tiene un impacto. Algunos pueden parecer pequeños por sí solos, mientras que otros son tan grandes que nos obligan a reflexionar sobre cómo nuestras acciones transformarán la vida en los ecosistemas.
Cada vez que se implementan proyectos de desarrollo, se generan impactos negativos sobre los animales, las plantas y su entorno. Por ejemplo, la construcción de carreteras y puentes, o la extracción de minerales e hidrocarburos afectan drásticamente el ambiente, provocando cambios que resultan en la pérdida de biodiversidad. Sin embargo, estos impactos pueden ser gestionados y controlados a través de una serie de medidas, reduciendo el daño al mínimo. Las pérdidas de biodiversidad generadas por estos impactos mínimos pueden ser recuperadas en otros lugares, igualando o superando dichas pérdidas. Esto es lo que llamamos compensación ambiental.
Reducir los impactos ambientales en Colombia es un desafío considerable, especialmente porque el desarrollo económico del país depende en gran medida de actividades que dañan los ecosistemas. No obstante, el gobierno, a través del Ministerio de Medio Ambiente, regula estas actividades y exige licencias a las empresas que desean ejecutar proyectos con impactos negativos sobre la naturaleza. Estas licencias se obtienen mediante un estudio de impacto ambiental que debe ser aprobado antes de iniciar el proyecto y que debe considerar los siguientes puntos:
- Evitar: Algunos impactos previstos en un proyecto pueden evitarse ajustando los diseños iniciales de la infraestructura.
- Minimizar: Muchos impactos potenciales no pueden evitarse, pero sí es posible reducir el daño que generan.
- Restaurar o reparar: Los daños causados por el proyecto pueden repararse mediante acciones que ayuden a recuperar los ecosistemas en el mismo lugar, como sembrar árboles en zonas ya utilizadas por el proyecto.
Algunos impactos no pueden evitarse, minimizarse, repararse o restaurarse. Estos son los llamados impactos ambientales residuales, y las pérdidas de biodiversidad generadas deben compensarse.
Un proyecto de compensación debe implementar acciones de conservación en un lugar con el mismo tipo de ecosistema y lo más cercano posible al sitio donde se generaron los impactos negativos. En dicho sitio, se deben generar ganancias en biodiversidad iguales o superiores a las pérdidas ocasionadas por el proyecto. Si las ganancias igualan a las pérdidas, se logra una no pérdida neta de biodiversidad; si las ganancias superan a las pérdidas, se alcanza una ganancia neta de biodiversidad. La formulación de cualquier proyecto, obra o actividad debe tener como objetivo la no pérdida neta de biodiversidad y considerar las interacciones y vínculos de dependencia de las personas con la biodiversidad, ofreciendo alternativas de subsistencia reales a las comunidades locales si se ven afectadas.
Es importante recordar que la compensación ambiental es aplicable solo cuando el impacto ambiental negativo no se ha podido mitigar, evitar o reparar. Un proyecto bien formulado, idealmente, no debería tener que proponer y ejecutar medidas compensatorias. Además, las compensaciones no son un salvoconducto para cualquier proyecto; si un ecosistema amenazado o una especie en peligro de extinción se verá afectado, es probable que los impactos no sean compensables debido a su irreparabilidad.
En Colombia, las compensaciones por pérdida de biodiversidad son obligatorias para todos los proyectos sujetos a licenciamiento ambiental. La Resolución 1517 de 2012, expedida por el Ministerio de Medio Ambiente, exige la aplicación del Manual de Compensaciones Ambientales a proyectos de minería, infraestructura, hidrocarburos, sector eléctrico y sector marítimo y portuario.
En la Fundación Red de Árboles, ayudamos a las empresas a cumplir con las exigencias gubernamentales respecto a compensaciones ambientales. Nos dedicamos a restaurar, rehabilitar y reparar los ecosistemas afectados por impactos negativos, a través de la reforestación y la siembra de árboles nativos en dichas zonas. Las empresas pueden acudir a nosotros para recibir asesoramiento y asegurar el cumplimiento de las normas ambientales.
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