Myrsine guianensis es un árbol perteneciente a la familia Primulaceae, debido a su facilidad para adaptarse a diferentes condiciones climáticas se encuentra ubicado en un amplio rango altitudinal que oscila entre los 0 msnm y los 3000 msnm. En Colombia se encuentra en los departamentos de Antioquia, Boyacá, Cundinamarca, Huila, Tolima, Cauca, Norte de Santander, Santander, Magdalena, Valle, Nariño, Putumayo (UNAL, 2021).
Esta especie puede alcanzar alturas de hasta 20m, sus hojas se caracterizan por tener una textura coriácea y por ser lustrosas en el haz y opacas en el envés. Tiene flores pequeñas de color blanco y frutos de tipo baya que según su estado de desarrollo varían entre el color verde y el morado oscuro.
Como ya se mencionó, es una especie muy resistente a las variaciones climáticas y altitudinales, se adapta a condiciones difíciles, Su crecimiento es rápido y se desarrolla bien en suelos pobres y erosionados lo que la convierte en una especie perfecta para llevar a cabo restauraciones ecológicas (RNSC, 2021), ya que después de que el suelo de una zona ha pasado por disturbios (sean naturales o provocados por el hombre) se convierte en un terreno difícil para que las plantas puedan volver a establecerse allí, de ahí la importancia de Myrsine guianensis, al adaptarse a condiciones difíciles se convierte en especie pionera generando materia orgánica para estimular la dinámica del suelo y a su vez atrayendo fauna dispersora al lugar.
(Chingolo común, Zonotrichia capensis)
Es bien conocido que la especie Myrsine guianensis es muy visitada por aves de diferentes especies, sin embargo, en Cajicá tiene relación con una especie en particular: Zonotrichia Capensis o mejor conocida como Copetón. Esta relación es importante debido a que, en la actualidad, las ciudades han dejado de ver a los copetones en sus zonas verdes fomentando la creencia de que los copetones se están extinguiendo. La realidad es que estas aves han decidido migrar a las periferias de las ciudades buscando lugares más tranquilos para establecerse, es por eso que Myrsine guianensis es tan importante en nuestras jornadas de siembra, porque además de recuperar suelos degradados ofrece alimento y resguardo a las aves de la región y a aquellas que están buscando mejores lugares para vivir.