Riego de Cultivos en la Sabana Utiliza Agua del Río Bogotá

En septiembre de 2016, se llevó a cabo un análisis con campesinos de una vereda en la localidad de Suba, revelando que regaban sus cultivos de hortalizas con agua extraída directamente del río Bogotá. Este resultado pone en evidencia que los alimentos que se consumen en la capital no están en buenas condiciones, ya que el río tiene altas cargas contaminantes.

No solo los cultivos están en contacto con estas aguas, sino también el ganado. Los expertos en el estudio afirman que no solo los habitantes de la capital consumen estos alimentos contaminados, sino también los vecinos de 47 municipios que se encuentran cerca de este río.

Este tema, antes considerado un mito urbano, se ha convertido en una preocupante realidad. Varias entidades universitarias han realizado estudios sobre los contaminantes presentes en este afluente. En 2009, la Universidad Nacional, con el apoyo de Colciencias, evidenció concentraciones excesivas de metales como mercurio, cadmio, arsénico y plomo en cultivos de apio, brócoli, repollo y lechuga en la zona de la sabana.

Otra investigación realizada en 2014 por la Facultad de Ingeniería Ambiental de la Universidad de los Andes confirmó la presencia de metales pesados en legumbres cultivadas en Bogotá. Además, las personas que viven en la localidad de Bosa tienen altos niveles de metales pesados en sus cuerpos.

A pesar de estos hallazgos, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca ha otorgado permisos para el riego con estas aguas, que contienen coliformes, enterobacterias, protozoos y residuos de medicamentos. La ingesta de estos metales y patógenos puede tener graves consecuencias, como problemas neurológicos, problemas respiratorios y cáncer.

La magistrada Villamizar ha propuesto varias soluciones que esperamos se cumplan, incluyendo el decomiso de las vacas encontradas en la ribera del río, la ampliación de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar) del Salitre, la construcción de la planta de Canoas y la implementación de planes maestros de acueducto y alcantarillado en 47 municipios para que las aguas residuales lleguen a las plantas de tratamiento.

Es imperativo que se tomen medidas inmediatas para solucionar esta crisis, ya que la salud de millones de personas y la sostenibilidad del medio ambiente están en juego. La comunidad, las autoridades y las organizaciones deben trabajar conjuntamente para garantizar un suministro de agua limpio y seguro para todos, evitando así las graves consecuencias que el uso de aguas contaminadas puede traer.