Recordemos que a nivel general las huertas son ese amplio o pequeño espacio de tierra que se tiene para poder sembrar variedad de alimentos y así disponer de él, como por ejemplo proveernos de comida saludable o yerbas medicinales para el ser humano.
Cuando hablamos de huertas comunitarias hacemos referencia aquellas personas que han actuado por unanimidad para explotar un terreno. Lo que diferencia a las huertas comunitarias de una huerta normal, es la capacidad de la tierra que esta puede contener, además de la mano de obra que se puede llegar a necesitar.
5 de sus principales funciones pueden ser:
Urbanísticas:
Ayudan a las zonas con poca zona verde.
Medioambientales:
Ayudan a la absorción de CO₂ y regeneración de oxígeno.
Terapéuticas:
El ejercicio en campo es un alivio y des estresante natural.Sociales:
Genera participación entre personas y ayuda al fortalecimiento de nuevos lazos.
Según una noticia publicada en la página de la Alcaldía Mayor de Bogotá (bogota.gov.co) “En Bogotá, la localidad de Ciudad Bolívar tiene aproximadamente un millón de habitantes y su topografía es un 80% montañosa y el 72% de la localidad es considerada rural. Una de sus grandes fortalezas es el trabajo comunitario, que vincula estudiantes de jardines infantiles, colegios públicos y privados del sector, así como grupos comunitarios y ambientales que destinan su tiempo en jornadas de trabajo”.
Lo que nos demuestra lo beneficiosas que resultan siendo estas huertas comunitarias, por otro lado, lo que también nos indica esta noticia de Juan Manuel Vásquez es que “de las 2 mil huertas fortalecidas por el Jardín Botánico en 2020, 240 están localizadas en Ciudad Bolívar, donde cerca de 1.232 personas se han sumado a las jornadas de asistencia o capacitación ofrecida por la entidad.”
Para Diego Rodríguez, magíster en Medio Ambiente y Desarrollo del Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional de Colombia, "la agricultura urbana es mucho más que la producción de alimentos, es la recreación del mundo rural en las ciudades". Con este argumento terminamos concluyendo que más allá del provecho que podamos tener sobre una huerta comunitaria, es el hecho de que estaríamos ejerciendo una actividad recíproca tanto para nuestra comunidad como para la humanidad y además los lazos que existirán entre personas que podrían llegar a convertirse en futuros líderes ambientales.
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