La Torre Más Alta de Sudamérica: Vigilando la Amazonía
Ubicada en el corazón de la Amazonía, la torre más alta de Sudamérica se erige como un centinela en el bosque tropical más grande del mundo.
Esta estructura, que mide 325 metros (superando en un metro a la Torre Eiffel de París) y cuenta con 1,500 escalones, es la pieza central del complejo científico ATTO (Amazon Tall Tower Observatory). El complejo está situado a 150 millas de Manaos, la ciudad más grande del río Amazonas en Brasil.
Una vez finalizado, el complejo ATTO, que incluye tres torres, estará equipado con rastreadores de gas, recolectores de partículas, sensores de luz y decenas de otros instrumentos. Estos equipos permitirán monitorear el bosque y el aire que lo atraviesa durante las próximas dos o tres décadas.
Investigación de Impacto
Los científicos brasileños y alemanes supervisan la investigación, asegurando que los datos recogidos proporcionarán un retrato sin precedentes del papel de la selva amazónica en el ciclo global del carbono. Mediante la recolección de medidas como temperatura, viento, gases de efecto invernadero, ozono, radiación, visibilidad, cambios en las copas de los árboles y temperatura del suelo, los científicos podrán rastrear cómo el calentamiento global está afectando la Amazonía, especialmente en su capacidad para absorber carbono.
Las otras dos torres más pequeñas, de 80 metros, situadas cerca de la torre principal, han estado estudiando desde 2010 las gotas, gases y pequeñas partículas liberadas por la vegetación. Además, recogen datos sobre incendios agrícolas y contaminación de las ciudades aledañas, que influyen en la formación de nubes y lluvias en la región.
Importancia Ecológica y Climática
El Amazonas, que ocupa casi el tamaño de los EE.UU., es la selva tropical más grande del mundo. Los biólogos han advertido durante décadas que su biodiversidad está amenazada por la tala masiva de árboles. Además, los científicos climáticos sospechan que el calentamiento global podría desplazar las corrientes oceánicas y atmosféricas, secando la Amazonía. Un estudio reciente sugirió que la mortalidad de árboles está relacionada con cambios climáticos, lo que reduce su capacidad de secuestrar carbono.
Con esta torre, los científicos buscan una comprensión más profunda del bosque y su interacción con la atmósfera. Dado que la Amazonía desempeña un papel crucial en la captura de carbono, los expertos desean determinar cuánto tiempo más podrá continuar haciéndolo.
Financiación y Colaboración Internacional
El complejo, con un valor de 9.5 millones de dólares, fue financiado por los gobiernos de Brasil y Alemania, quienes aportaron la mitad del costo de construcción y funcionamiento durante los próximos años. En el proyecto participan el Instituto Alemán Max Planck de Química y varias instituciones de investigación brasileñas, como el Instituto Nacional de Investigación Espacial y el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonía.
Tecnología Avanzada
La parte superior de la torre estará equipada con anemómetros y analizadores de gas que seguirán el movimiento del dióxido de carbono desde el suelo del bosque hacia la atmósfera, utilizando la técnica de flujo de Foucault. Al comparar la concentración de dióxido de carbono en el aire en el lugar donde se encuentra ATTO con la del aire en las zonas costeras, los investigadores obtendrán información sobre la salud de una gran parte de la Amazonía y la cantidad de CO2 que está absorbiendo.
Aunque la gran torre aún no está en funcionamiento debido a problemas técnicos con los ascensores y la instalación de otros equipos, se espera que muy pronto comience a operar este importante experimento.