Pasos imprescindibles de un plan de mantenimiento forestal

Toda acción que se haga sobre la naturaleza como una siembra de reforestación para convertir un territorio en un bosque: nuevo, protector o productor, requiere de un plan de manejo que, a través de acciones puntuales de mantenimiento forestal, permitan que, durante el proceso de arbolado, estas especies sobrevivan, se desarrollen y cumplan con el objetivo de fortalecer la riqueza biológica donde se realicen dichas intervenciones forestales.

En la Fundación Red de Árboles se establecen protocolos para siembra de árboles y mantenimiento forestal en terrenos donados por entidades gubernamentales y privadas que se suman a la reforestación ambiental, para diferentes usos como: cambio del uso de suelo, reforestación, creación de cercas vivas o corredores ambientales.

Plan de mantenimiento forestal:

En primer lugar, los árboles se deben escoger por la altura del terreno, esto con el fin de garantizar que se siembre con especies idóneas y resistentes a la temperatura del lugar elegido. Por ejemplo, sembrar un frailejón a una altura interior a los 3.600 metros significa una pérdida de esa especie, porque no va a sobrevivir, lo mismo que le pasaría a una palma costera sembrada en un páramo, se quemaría por el frío extremo, estos son conocimientos mínimos necesarios para un proceso de mantenimiento de siembra éxito y que cumpla con el objetivo plantado.

Por otra parte, es necesario tener en cuenta que cuando un suelo está muy erosionado, ya sea por deforestación, uso para ganado de forma extensiva, cultivos, minería, entre otros, se debe llevar tierra abonada y hacer el hoyo con un diámetro mayor al promedio, para que las raíces absorban los nutrientes de esa tierra compostada. Una vez se termina con el proceso de siembra de especies nativas que oscilan entre los 80 y 120 centímetros de alto, es imprescindible que se realice un mantenimiento preventivo durante los primeros tres años de la siembra.

Contar con un plan de manejo forestal es fundamental para que biológicamente y fitosanitariamente se garantice que la siembra sea exitosa. Por eso dentro del plan de manejo se deben establecer actividades que conduzcan al objetivo de plantación:

• Es necesario visitar el lugar con determinado tiempo, semanal, mensual, bimestral o trimestral, esto con el fin de asegurar que las plantas se desarrollen en forma normal y/o detectar a tiempo, problemas que puedan afectar su sobrevivencia.

• Realizar podas de realce para que el árbol no se extienda si tiene muchos árboles cerca.

• Poda radicular donde se plantó la especie para mover la tierra, oxigenarla y que los nutrientes se fijen en las raíces del árbol.

• Se debe realizar controles de malezas permanentes hasta que la planta se establezca lo suficiente como para superar la competencia por nutrientes y agua.

En época seca, se deberían realizar riegos para la sobrevivencia de las plantas de manera continua hasta que se inicie el nuevo período de lluvias.

En el caso de deficiencias nutricionales se deben realizar fertilizaciones correctivas.

Por último, la tecnología es utilizada para facilitar esa labor de monitoreo de especies. La Fundación Red de árboles junto a la compañía Netwoods ha desarrollado un software con una aplicación para celular llamada RDA MONITOR que permite hacer el monitoreo de las siembras en tiempo real, captura la geo posición del árbol, desde la misma aplicación toma la foto, muestra el crecimiento y estado del bosque, y al mismo tiempo con los datos registrados ofrece herramientas para la toma de decisiones acerca de los planes de manejo y de esta innovación lograr el objetivo de optimizar los recursos en las forestaciones y automatizar los procesos de mantenimiento forestal.

Cuando no se dispone de un plan de mantenimiento forestal implica hacer una ejecución de recursos infructífera, ya que no se cumpliría con el objetivo de la siembra. En una plantación de árboles es normal que se pierda hasta el 10 por ciento de las especies, sin embargo, si no se hace un adecuado plan de mantenimiento forestal, el riesgo de pérdida es casi de un 100 por ciento.  

Fuente consultada:

https://www.reddearboles.org/