Crónica de una Jornada de Siembra

Primer sábado de siembra del año

Es el primer sábado del segundo mes del año y, aunque pareciera ser un fin de semana común y corriente, realmente no lo es. Desde el amanecer, me preparo y dispongo a viajar para la primera siembra de voluntarios en la vereda Parcelas, ubicada en la Serranía del Majuy, Municipio de Cota. Aquí, la Fundación ha venido reforestando con especies nativas retenedoras de agua desde el año 2013, como eje fundamental de su misión.

El proceso se ha realizado en compañía tanto de la sociedad civil como de la empresa privada, con quienes hemos confluido en este camino que llamaremos el Sendero de la Responsabilidad Social Compartida. Este compromiso con las generaciones futuras busca dejarles territorios donde los bosques, que albergan una flora y fauna de una riqueza excepcional, cumplan sus funciones bio-sociales. Además de ser fuentes de energía o materia prima, estos bosques ocupan un lugar importante en los rituales, cuentos, leyendas y tradiciones culturales que enmarcan nuestra herencia ancestral.

A través de esta pequeña crónica, quiero hacer un reconocimiento a las personas que nos acompañaron en esta labor. Su puntualidad, disposición, ánimo, actitud positiva y propositiva, así como su alto grado de responsabilidad y compromiso frente a los desafíos que esta labor encarna, son dignos de destacar.

No es solo sembrar por sembrar, es creer y encontrar otros motivos y razones que nos permitan realizar esta tarea como una conmemoración, un motivo o un agradecimiento hacia cualquier situación que individual o colectivamente hayamos vivido. Desde el fondo de nuestros seres, queremos reconocer y resignificar, y qué mejor manera de hacerlo que sembrar un pequeño bosque dentro de un gran bosque al que llamaremos Bosque del Amor.

Este será el primer paso para generar un proceso que convoque a las niñas, niños y jóvenes para conformar el primer Colectivo Reforestador Infantil y Juvenil de la Fundación Red de Árboles, creadores de un sendero de respeto, amor y protección hacia la madre naturaleza.

“EL ARBOL FORMA PARTE DE NUESTRO ENTORNO. DISCEMINADO POR EL CAMPO, AGRUPADO EN BOSQUES, PARQUES O JARDINES O BORDEANDO LAS AVENIDAS DE NUESTRA CIUDADES O SENCILLAMENTE PLANTADO PARA REGALARNOS UNA VISTA”.