p>Un árbol es una planta leñosa perenne que típicamente tiene un solo tallo o tronco que crece a una altura considerable y posee ramas laterales a cierta distancia del suelo.
Los árboles son omnipresentes en nuestro entorno, creciendo en la naturaleza, patios, parques, y a lo largo de las calles, proporcionando sombra y belleza. Aunque estamos familiarizados con ellos, diferenciar un árbol de un arbusto u otras plantas perennes leñosas puede ser complicado.
Generalmente, los árboles alcanzan al menos 13 pies de altura, tienen un tronco de al menos tres pulgadas de diámetro y una corona bien definida. En contraste, los arbustos son plantas leñosas que crecen cerca del suelo, no superan los 13 pies de altura, tienen múltiples tallos y carecen de una corona definida. Existen árboles que, mediante el arte del bonsái, se mantienen pequeños para fines ornamentales.
Los árboles pueden ser de hoja perenne (mantienen sus hojas en invierno) o caducifolios (pierden sus hojas en invierno). La mayoría produce algún tipo de fruto, aunque muchos no son comestibles o se consumen raramente hoy en día. Por ejemplo, las bellotas, que alguna vez fueron un alimento básico, son poco consumidas en el mundo desarrollado actual. Todos los árboles se reproducen mediante semillas, y la mayoría encierran estas semillas en algún tipo de fruto, incluyendo las nueces, que son técnicamente frutas secas.
El tronco de un árbol es mayormente material muerto, con la única capa viva justo debajo de la corteza. Este tejido vivo es crucial para el crecimiento vertical del árbol.
¿Cómo hacen los árboles madera?
La capacidad de los árboles para crear tejido leñoso es lo que les permite alcanzar grandes tamaños. Este proceso se llama crecimiento secundario de la planta. La madera contiene lignina, una sustancia química que proporciona rigidez y forma a las paredes celulares de las plantas. La lignina es crucial para los tejidos vasculares de las plantas, proporcionando estructura y soporte, y ayudando al xilema a transportar agua gracias a sus propiedades hidrofóbicas.
En las plantas leñosas, los haces vasculares crecen lateralmente dentro del tallo y se unen a medida que la planta envejece, formando las bandas de tejidos vasculares visibles en una sección transversal del tronco.